Estamos a punto de ver la gran obra cinematográfica,que relata la grandeza del Emperador Carlos...nieto de Isabella y Felipe I,el Guapetón,el que según las crónicas estaba como un tren,por eso la Reina Juana por celos perdió el seso,según refiere el Salvame de Lux de la época.
Después vinieron otros Felipes,cada uno con su idiosincrasia,hasta el Felipe VI,que acabamos de estrenar.
Con el Emperador Carlos,comenzo la fugaz hegemonía del Imperio Español y también su Decadencia ,continuada con Felipe II y demás sucesores.
Carlos,que de joven vino de Flandes,apenas hablaba el castellano y fue objeto de mofa,por ser un extranjero en el trono de Castilla y las Españas.
Se retiro discretamente al final de su reinado en el monasterio de Yuste,paraje de naturaleza sobria y austera.
A Carlos V,no se le volvió a ver en la Corte,no se le volvió a ver en festejos taurinos o gastronomicos....tuvo la decencia de retirarse para no hacer sombra a su hijo,ni disputarle protagonismo.
La Abdicación o la Renuncia al Trono o al Papado,son circunstancias especialisimas,inusuales,acaecidas por razón de fuerza mayor,seguidas como en el caso de Benedicto XVI,de una exquisita ausencia y un retiro meditativo del pasado y preparatorio del futuro inmediato.
Pero bueno es el Honorario,para no salir a la palestra de forma reiterada,para aplacar el mono escenico!!!
Por eso el Honorario,se prodiga,se le oye y se le ve en demasía,al contrario del Emperador Carlos.
Por consiguiente el mutismo es obligado y cualquier referencia a la actuacion "Positiva" del nuevo Rey,,como ha expresado recientemente,constituye una interferencia,en la opinión que del mismo,solo el pueblo español tiene derecho a manifestar.Porque...en definitiva el que paga manda,como dice el estribillo modificado de la Revolucion Portuguesa....
O Povo e quem ordena e quem paga.
Conservate Bueno
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