LA CORTE DE LOS MILAGROS

Mi amiga Cristina,Duquesa del Infantado,dama excelsa,con un sentido del decoro y del ridículo que le venia de casta,me honro por años con su amistad y confianza profesional.

Personaje versado en la vida de Palacio,me contaba como en el Palacio Real,cerrado por la Segunda República,se acostumbraba a llevar en bandejas escaleras arriba las viandas para el desayuno de la realeza.
Tomo por cierta la confidencia y pensé que el Sr.Otis había descubierto los ascensores años atrás.lo cual hubiera facilitado la labor a aquella servidumbre con habito talar y faldones blancos antediluvianos.

Reminiscencias del imperio.En Filipinas a la cortesanía nativa se le obligaba en los saraos a asistir de bonito,osea con el ridículo faldoncito,mientras los españoles vestían Formal.

El tío de tan augusta dama,fue el promotor del tren de Madrid a Aranjuez y no tuvo mas feliz idea que poner el ultimo kilómetro de la vías,fundidas en plata....no se si se llego a realizar tal fantochada pero pensárselo lo pensó.En las ultimas colonias que según decían eran Provincias de ultramar,practicabamos una distancia clasista con los nativos.La persistencia de un protocolo absurdo,maceros y  funcionarios que visten de fantoche en los palacios y demás estancias reales.
Todo un ridículo institucionalizado....lo que acarrea que todas las tonterías y malos habitos se contagian en la Cortesanía moderna......Si Sr.como diga Su....Majestad,Alteza y payasadas por el estilo.
Estamos en el siglo XXI y todavía parece que el tramposo y felón Fernando VII,siguiera en la "Villa y Corte".

Conservate Bueno.